domingo, 16 de febrero de 2014

Todo cabe en un, el libro donde Víctor Esparza se vierte






Hola, ahora les comparto esta reseña del libro " Todo cabe en un" escrito por Víctor Esparza, una persona con discapacidad motora. Acá la crónica que escribí sobre la presentación de su libro.


Un libro de poesía, un libro para los cinéfilos, un libro para los tuits, un libro para aquellos versos que acompañaron o aquellas canciones que inspiraron o describieron lo que ocurrió, un libro para todo esto es el libro “Todo cabe en un” de Víctor Esparza. Víctor es originario de Monterrey, Nuevo León pero presentó su libro en Guadalajara la ciudad en la que conserva recuerdos y amigos. Víctor es una persona con discapacidad motora, pero ese no es el centro del libro. No es un libro de lamentos, ni de autoayuda, es un libro donde la escritura fluye para contarnos sobre Víctor que a su vez nos habla de ese todo que incluye poesía, versos, música, amor o cartas para los amigos o para él mismo que ahora están disponibles para el lector. En la presentación su amigo periodista Edgar Velasco se reencontró con Víctor. “Si en aquel entonces me hubieran dicho que compartiríamos gustos musicales. Si en aquel entonces alguien me lo hubiera dicho, habría reído sin parar.


Pero la vida, ya se sabe, da muchas vueltas. No recuerdo cómo ni en qué momento nos encontramos compartiendo aparatos prehistóricos llamados “cassettes pirata” afectando certera y alevosamente los derechos de propiedad intelectual de Fernando Delgadillo y Silvio Rodríguez”. Edgar habló de estos recuerdos ante el público, pero también están plasmados en el libro en el que Víctor Esparza reúne algunos versos de Silvio Rodríguez, poemas de Benedetti o reflexiones de Saramago. “Todo cabe en un” es su primer libro. Víctor planea para este 2014 escribir una novela. “¿Qué escribiste? No escribí, ya había escrito. Se ha venido escribiendo desde 1997, siempre he tenido este gusto por escribir en diarios, en cartas, en las plataformas digitales”, dice Víctor, psicólogo y actualmente estudiante de la licenciatura en Gestión Cultural en la Universidad de Guadalajara Virtual.

“De hecho escribo, escribo para no olvidar, igual te encontrarás con esa frase en el libro porque pienso que la escritura es una herramienta para la memoria, en lo particular a raíz del accidente pienso en qué he dejado de hacer, en qué me he vuelto, escribir es dejar migajitas en el camino”, el accidente al que se refiere Víctor es lo que ocasionó "que su vida girara de más", comenta su amigo Edgar. “Dije hace unos momentos que la vida da muchas vueltas pero la del pelado éste giró de más. Así, un día me enteré que Víctor y otros habían sufrido un accidente.


Reconstruí una historia que incluía una autopista, un conductor dormido, una combi y muchas vueltas a la orilla de la carretera. Víctor fue el que resultó con el daño mayor. Daño lo llamo porque en ese entonces todo era incierto pero ahora no estoy seguro de que así haya sido”, narra Edgar, “el accidente que le quitó a Esparza la movilidad de las piernas y dejó intacta una mente implacable y temiblemente lúcida, o acaso no la dejó intacta, la afiló, la volvió más aguda y acertada de lo que ya era”.

“Tomó la experiencia con mucha sabiduría y estabilidad emocional y siempre le ha gustado escribir y sobre todo leer mucho, entonces en la escritura él entregó toda su experiencia”. Su mamá, Guadalupe de la Garza, recuerda aquella vez que pidió su computadora para comenzar a escribir desde la cama, pero en especial la lectura que lo acompañó mientras se recuperaba del accidente.

 En ese momento que comienza a escribir Víctor conoce al crítico de Cine Miguel Cane, periodista que publica en Milenio. Los dos han compartido correspondencia a través de correos y tuits desde hace un par de años. Incluso, no se conocían personalmente y el encuentro se dio hasta la presentación del libro: “Básicamente lo que nos acercó a Víctor y a mí fue una pasión compartida por el cine y eso nos hizo establecer un diálogo que hasta la fecha continúa. Sus tuits ( a través de su cuenta @vicesparza ), escritos y todo lo que escribe es siempre algo muy interesante muy lleno de sustancia”.


 En "Todo cabe en un” el lector se encuentra con un libro que inspira, sin que lo empalague, que lo motiva sin que sea una charla de autoayuda y que lo hace pensar con sencillez. La lectura gira y fluye con la escritura de Víctor. “De hecho, la manera en que está diseñando es para que te vayas enterando y que digas “aquí pasó algo”, de hecho lleva esa ironía “este siglo se me ha pasado rodando” y te vas encontrando pistas con datos que dicen hubo algo y a mitad del libro te das cuenta, lleva ese truco, esa magia que no te cuenta todo”, describe Víctor. Bosco sobre Ruedas, ayuda entre pares Con el apoyo de la Asociación “Don Bosco sobre ruedas” y de Jaime Reyes, sacerdote que conforma esta asociación, Víctor Esparza presenta el libro. “Fue hermano mío en el seminario.


Él ha sido un mentor, un maestro, un cómplice de muchas cosas, con él pude tramitar una ida a Cuba, él me consiguió una camioneta con rampa, es mía y de ellos”. Esparza fue seminarista durante un tiempo y desde ahí estrechó lazos con Jaime Reyes. Los lazos de amistad también permitieron apoyar a jóvenes con discapacidad que como Víctor habían tenido un accidente. En el 2010 el padre Jaime Reyes visita Sahuayo donde se da cuenta que hay personas que han adquirido discapacidad por accidentes en motocicletas. “Hay mucha gente con lesiones medulares por accidentes en motocicletas y se acuerda que tiene un amigo en Monterrey que pasó con esas “qué hago con ese muchacho”, preguntó Jaime a Víctor, quien rápido le dio el consejo de conseguir un colchón de hule espuma y que lo mantuvieran bocabajo. Así, con cada uno de los jóvenes comenzó una red entre personas que tienen discapacidad. Durante la presentación del libro, el padre Jaime recuerda: “Víctor no podía tomar un vaso porque sus dedos no articulaban, no podía tomar un tenedor por la lesión en sus cervicales, pero empezó a buscar formas para lograrlo, para comer por sí mismo, para tomar un vaso por sí mismo, lograr una independencia proporcionada a su movilidad.


 Se dio cuenta que sus pulgares podían escribir en una computadora y comenzó a explotarlos” relata, “buscamos jóvenes con alguna lesión medular o con necesidad de usar silla de ruedas con la conciencia de que todos. Tú y yo y todos tenemos que crecer, juntos buscamos por dónde hay que crecer”. Después de ese tiempo, comenzó a conocer a otros jóvenes “nadie se salva solo y fuimos a buscar a otros amigos con discapacidad y logramos hacer en poco tiempo un grupo”. Este movimiento trabaja articuladamente con personas con discapacidad motora, la mayoría de ellos jóvenes, de estados como Michoacán, Jalisco y Monterrey. "Todo cabe en un", el libro donde Víctor Esparza se vierte.

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